
Sopa paraguaya vegana
Doña Marina vivía a unos 75 pasos desde la vereda de mi casa. Era una inmigrante paraguaya con varios hijos los cuáles eran mis amigos: Carmen, Patricia, Javier y Paola eran con los que más me llevaba y me divertía. Me encantaba ir a casa de los Parra a jugar, tomar mate y chusmear de lo que pasaba en el barrio. Cada tanto doña Marina hacía sopa paraguaya entre otras especialidades del Paraguay y yo a veces ligaba un trozo que me llevaba devorando a casa, como un perro de la calle con hambre disfrutando un delicioso bocado.